domingo, 9 de marzo de 2025

Opinión - LA MICROVIOLENCIA CONTRA LA MUJER

 


Por MÓNICA VÉLEZ BUSTAMANTE

 

Escribo este articulo como reflexión posterior, ya que cada 8 de marzo, se conmemora el Día Internacional de la Mujer, una fecha que busca reconocer y celebrar los logros y contribuciones de las mujeres en la sociedad. Sin embargo, también es un momento para reflexionar sobre los desafíos y obstáculos que aún enfrentamos las mujeres en su lucha por la igualdad y la justicia. Uno de estos desafíos es la violencia de género, que se manifiesta de manera sutil pero dañina a través de las microviolencias.


Las microviolencias son un tipo de violencia de género que se caracteriza por ser sutil y pasar desapercibida, pero que puede tener un impacto profundo y duradero en la vida de las mujeres. Se manifiestan a través de gestos, actitudes, comentarios, chistes y otras prácticas sociales que están socialmente aceptadas, pero que en realidad son formas de violencia.


Algunos ejemplos de microviolencias incluyen ridiculizar o humillar a una mujer, acechar o stalkear en redes sociales, controlar o prohibir sus acciones, empujar o jalonear, hacer "caricias" agresivas, chantajear, mostrar celos o manipular. Estas acciones pueden parecer insignificantes, pero en realidad pueden tener un impacto devastador en la autoestima, la confianza y la salud mental de las mujeres.


Las microviolencias tienen efectos graves y duraderos. Pueden producir un daño sordo y sostenido que se agrava con el tiempo, anular la persona y aquello que la hace ser quien es, y atrapar a las mujeres en una red de microviolencias "fraternas", "amigables", "amorosas". Es importante reconocer que las microviolencias no son solo un problema individual, sino también un problema social y cultural que requiere una respuesta colectiva.


Entonces, ¿cómo combatir las microviolencias? Es necesario reconocerlas para dejar de naturalizarlas. Es importante hacer conciencia como sociedad de que tales microviolencias existen y tienen un impacto real en la vida de las mujeres. También es fundamental identificar formas de combatir dichas violencias, como educar y sensibilizar a la población, promover la igualdad y la justicia, y apoyar a las mujeres que han sido víctimas de microviolencias.


Finalmente, es importante construir una sociedad realmente igualitaria, donde las mujeres sean valoradas y tratadas con dignidad y respeto. Esto requiere un cambio cultural profundo, que implica desafiar las normas y valores sociales que perpetúan la violencia de género. Es un desafío grande, pero no es imposible.


Con motivo de la pasaba conmemoración del  Día Internacional de la Mujer hago un llamado a la conciencia sobre las microviolencias, un tipo de violencia de género que es sutil pero dañina. Es importante reconocer las microviolencias, hacer conciencia sobre su existencia e impacto, e identificar formas de combatirlas.


La invitación no solo es a denunciar toda clase ve violencia contra la mujer, también es a prevenirlas, a formar personas capaces de respetar y convivir en sana tolerancia, claro está sin normalizar acciones que atenten contra nuestra dignidad y nuestra integridad física, emocional, mental, sicológica y sexual.







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