lunes, 9 de junio de 2025

Opinión – EL SILENCIO COMPLICE

 


Por MONICA VELEZ BUSTAMANTE

 

El silencio cómplice: una reflexión sobre la verdad y la justicia en Colombia La fábula del traje nuevo del emperador nos enseña una lección valiosa sobre la importancia de la verdad y la valentía para expresarla.

 

En el cuento, todo el mundo se siente obligado a elogiar el traje inexistente del emperador, hasta que un niño inocente se atreve a decir la verdad: “El emperador va desnudo”. Esta historia nos recuerda que, a menudo, la verdad es sacrificada en aras de la conveniencia o el miedo a la crítica.

 

En Colombia, durante la primera mitad de esta década, hemos sido testigos de una serie de eventos que nos hacen reflexionar sobre la importancia de la verdad y la justicia.

 

La muerte de líderes sociales, supuestos suicidios que se convirtieron en noticias de un día y la impunidad que siguió, son solo algunos ejemplos de cómo la verdad ha sido sacrificada en aras de la conveniencia política o la indiferencia.

 

El caso de Miguel Uribe es particularmente lamentable. La vida es lo único que nos hace iguales, y la muerte de cualquier persona, independientemente de su posición social o económica, es una tragedia que debe ser investigada y esclarecida. Sin embargo, en Colombia, hemos visto cómo la vida de algunos es valorada más que la de otros, y cómo la justicia es aplicada de manera desigual.

 

La actual oposición en Colombia ha adoptado una conducta de intolerancia absoluta, utilizando la palabra “odio” para describir cualquier crítica o disidencia. Esta estrategia es similar a la del flautista de Hamelin, que atraía a las ratas con su música. La oposición ha logrado que algunos sectores de la población repitan la palabra “odio” sin reflexionar sobre su significado o contexto.

 

Pero la verdad es que la intolerancia y la agresión no son la respuesta a los problemas de Colombia. La solución radica en la capacidad de escuchar, reflexionar y dialogar. Es hora de que dejemos de repetir slogans y comencemos a buscar soluciones reales a los problemas del país. La historia del traje nuevo del emperador nos enseña que la verdad es poderosa, pero también es frágil.

 

Se requiere valentía y honestidad para expresarla, y requiere también una sociedad dispuesta a escucharla y actuar en consecuencia. En Colombia, necesitamos una sociedad que valore la verdad y la justicia, y que esté dispuesta a luchar por ellas.

 

En conclusión, la situación en Colombia es compleja y requiere una reflexión profunda sobre la verdad y la justicia. Es hora de que dejemos de lado la intolerancia y la agresión, y comencemos a buscar soluciones reales a los problemas del país.

 

La verdad es el primer paso hacia la justicia y la reconciliación, y es hora de que la valentía y la honestidad sean nuestras guías en este camino.









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