jueves, 22 de mayo de 2025

LOS ATORNILLADOS EN LA FISCALIA GENERAL

 


El preaviso de que 4.000 cargos en la Fiscalía saldrían al mercado para dar paso a empleados que llegarán por concurso se convirtió en una lotería que ningún funcionario quiso comprar. La incertidumbre provocó falsos divorcios, embarazos exprés y extrañas paternidades. Esta es la historia de los engaños de funcionarios del ente acusador para atornillarse en los cargos.

 

En nueve meses verán una asonada de licencias de maternidad”, advirtieron los funcionarios de la Fiscalía en los pasillos del búnker de Bogotá.

 

La profética gestación en masa es ahora una investigación en la Comisión de Disciplina Judicial y está acompañada por denuncias que llegaron a la Dirección Ejecutiva de la Fiscalía

 

El temor a ser despedidos motivó una sarta de mentiras y falsedades firmadas por funcionarios de la Fiscalía de todos los niveles. De la noche a la mañana hubo falsos divorcios, embarazos “de última hora” y paternidades raras para mantenerse en los cargos. Todos querían ser padres o madres cabeza de hogar y así asegurar su permanencia en la entidad.

 

Cuando la Fiscalía, en la administración de LUZ ADRIANA CAMARGO, lanzó un concurso de carrera para suplir 4.000 cargos, hubo aplausos. Sin embargo, lo que no se imaginaron en la misma entidad es que esos cargos saldrían de los que actualmente están ocupados por funcionarios en provisionalidad.

 

Con el concurso de carrera en marcha, la Fiscalía redactó una circular, la 0030 del 3 de septiembre de 2024, con el objetivo de excluir los cargos y funcionarios del listado de vacantes que saldrían del concurso. Allí se fijaron las condiciones para “proteger” a los funcionarios con enfermedades, discapacidad o prepensionados. En ese listado también se incluyeron a padres o madres cabeza de hogar. Y ahí fue la de Troya.

 

Los funcionarios que consideraban estar en esas “medidas afirmativas”, de acuerdo con la circular de la Fiscalía, y querían proteger sus cargos, debían soportar las condiciones con declaraciones notariales, registros civiles, certificados de discapacidad o incluso actas de defunción. Muchos dieron fe, juraron y firmaron mentiras en notarías. Se convirtieron en padres o madres cabeza de hogar de un plumazo.







No hay comentarios:

Publicar un comentario