Tomado del Portal de Noticias Check-in Caribe en Facebook
Una tras otra, como una de las tantas y trágicas goleadas al Real
Cartagena, así han venido cayendo las malas noticias, las críticas y los
escándalos en las huestes del actual inquilino del Palacio de la Aduana.
El alcalde de Cartagena, Dumek ‘El Divino’ Turbay, vive por estos
días una extendida ‘Semana de Pasión’ sin Domingo de Gloria a la vista.
El mejor alcalde del país, del mundo y sus alrededores, como celebran
sus seguidores y medios de comunicación firmantes del Pacto o Decálogo por
Cartagena, vive días amargos que le han dañado el genio y la sonrisa ostentosa
de otros tiempos.
Los primeros golpes vinieron por cuenta de su equipo del alma, el Real
Cartagena. Dejó de abrazarse, henchido de felicidad, celebrando cada gol y cada
victoria con su vale reconciliado, el gobernador Yamilito Arana. Ya no lanza
volcanes de pólvora cada vez que juega el onceno Heroico porque este se
desmorona paulatinamente y vive de fracaso en fracaso hasta el punto que
sacaron al director técnico recomendado por su hermano Alex Char, el uruguayo
Sebastián Viera.
El Real entró en desgracia hasta el punto de que algunos de los áulicos de
El Divino hablan ya que el equipo no se merece jugar en el estadio Jaime Morón,
como insinuando que se debe traer otro más digno.
El problema es que, si esto sucede, cómo quedará el corazón de Anayita y
otros amantes férreos e incondicionales de onceno auriverde. Es mejor ni pensar
en esa posibilidad, que ha barajado, incluso, el mismo alcalde, quien -según
sus propias palabras- Cartagena debe tener un equipo que esté a su altura. En
fin.
EL FESTIVAL FRACASA DOS VECES
Pero eso no es lo más grave. La dejada tirados en la ciudad a las niñas
y niños africanos, famosos en las redes sociales (estos sí, unos verdaderos
influencer, no como Yamilito, que monta y monta post y aún no factura ni se
hace viral) le dio la vuelta al mundo.
Los periodistas firmantes del Pacto por Cartagena fueron comedidos, como
era de esperarse para no enlodar la imagen de El Divino. Pero la noticia se
filtró y se regó como pólvora.
Entonces, Turbay, muy astuto, salió como un mecenas a decir que él
pagaba los tiquetes. No se sabe si con dineros de los contribuyentes, o de su
abultado bolsillo o maletín pesado que carga para todas partes o se lo lleva
gente de confianza para resolver cualquier ‘problemita’ que se presente.
¿Y DONDE ESTÁ ESA PLATICA?
El concejal Javier Julio Bejarano, quien, a medida que se acercan las
elecciones sube el tono, le pidió a Turbay que explicara la destinación de unos
13 mil millones de pesos para cinco festivales, entre ellos el del Caribe que
-aseguró- fue un fracaso rotundo, a pesar de los buenos oficios de los
firmantes del Pacto por Cartagena que salieron a tocar campanas de victoria y a
proclamar la resurrección de un Festival al que fueron, según las malas
lenguas, ‘cuatro pelagatos’ y no llenó las tribunas ni con entrada gratis.
El Divino, ante las acusaciones de Bejarano, enfureció, por supuesto.
Alérgico a las críticas, puso su cara de enojado que suele adoptar cuando se le
cuestiona o se le pide cuentas, y retó al concejal a que le demuestre que giró
recursos a un festival organizado por privados. Ante el fracaso, ya Turbay
había dicho que el próximo lo asumía totalmente la Alcaldía, admitiendo
veladamente el fiasco vivido.
NI EL BOTOX SERVIRÁ…
Y es que entre Bejarano y el Real le van a sacar arrugas a El Divino que
ni el Botox va a poder borrar las arrugas. El concejal también acusó
públicamente que desde el Instituto de Patrimonio y Cultura de Cartagena
(IPCC), se está practicando el “yo con yo” en la contratación.
Y dijo que uno de los estímulos para la realización de un proyecto
fílmico fue entregado a un contratista activo de la Alcaldía, violando
expresamente las reglas del concurso.
Según la denuncia una de las condiciones para participar era no tener
vínculos contractuales con la administración distrital, norma que, asegura, fue
ignorada por quienes evaluaron y aprobaron el estímulo.
Bejarano dijo que era una burla para los artistas y gestores culturales
que cumplen las reglas y participan en igualdad de condiciones.
“Esto es un ‘yo con yo’ descarado. Un contratista de la Alcaldía ganando
recursos públicos que estaban destinados a la ciudadanía”, dijo.
MÁS MUERTES, EL TITÁN SEPULTADO
Como si fuera poco, ya del Plan Titán no se habla. Ni siquiera está
naufragando. Se ahogó. La ciudad está sometida a una ola de asesinatos que no
para. Cada vez más cruenta. Los crímenes parecen ser silenciados por los
grandes medios. Se minimiza la sangre derramada hora tras horas. Y la
percepción de inseguridad es evidente. El Divino asegura que camina tranquilo
por la ciudad, pero los ciudadanos de a pie sienten otra cosa. Niñas,
adolescentes, jóvenes desparecidas en sitios turístico y en la ciudad
extramuros. Policías atacados con fusiles. Y pare de contar.
Turbay le echa la culpa al ministro de Defensa que no le para bolas a Cartagena.
Y mientras tanto, diariamente se pierden vidas. Ya no de a una o dos, sino de a
tres y más en las incursiones violentas.
EL ‘DERROCHE’ DEL IDER
El IDER también es otro desvelo para El Divino. El concejal Bejarano ha
hecho denuncias por lo que llama derroche en contratos de prestación de
servicios, así como preocupaciones sobre la gestión del presupuesto y la
contratación de personal.
A todas estas, Dumek pide presentar pruebas. Pero sin duda, lo evidente
es que ya El Divino empieza a sentir el sol sobre su espinazo. Veremos si el
verano amaina en los próximos días. O se recrudece.
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