El Ministerio de Defensa confirmó ayer tarde la destrucción de 36
instalaciones clandestinas dedicadas al procesamiento de pasta de coca y de
nueve laboratorios para el procesamiento de clorhidrato de cocaína en la zona
del Catatumbo-Norte de Santander.
Estos resultados hacen parte de la ofensiva que desarrolla la Fuerza
Pública y que intensificó en las últimas semanas para transmitir un mensaje
claro al ELN y al frente 33 de las disidencias: el camino hacia la
desmovilización y el retorno a la legalidad es su mejor opción.
En cuanto a desmovilizaciones, la acción del Ejército ha permitido que
110 personas que hacían parte de estas estructuras criminales entregaran sus
armas, 30 menores de edad fueron rescatados, 24 terminaron capturados y dos
murieron al enfrentarse a las tropas militares.
En los operativos se han incautado 120 fusiles y más de 60 pistolas, se
confiscaron dos toneladas de explosivos, cerca de 600 Minas antipersona y la munición
decomisada supera los 50 cartuchos.
En cuanto despliegue de fuerza, el Ejército ha dispuesto de 1.150
soldados adicionales para reforzar las misiones y ya completa los 9.500
uniformados, incluyendo 450 miembros de las fuerzas Especiales.
En cuanto a la Policía, al área de conflicto ha enviado 500 efectivos
pertenecientes a los comandos Jungla y del Comando de Operaciones Especiales
(copes) para reforzar las acciones contra el narcotráfico. Lo mismo que un
equipo de 22 integrantes del Grupo de Vida de Policía Judicial, a cargo del
esclarecimiento de homicidios.
El Ministerio de Defensa ha confirmado que nuevas operaciones militares
y policiales se encuentran en curso con el objetivo de consolidar el control
del territorio para el pronto retorno de las comunidades desplazadas.
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