Por AMYLKAR
ACOSTA MEDINA- www.amylkaracosta.net- Miembro de
Número de la ACCE
Según
la Asociación Nacional de Empresas Generadoras (ANDEG), el nombramiento del
agente interventor Nelson Javier Vásquez torres “no ha venido acompañado de un
plan claro y estructural que permita resolver una problemática que continúa
agravándose y que pone en riesgo la sostenibilidad financiera de los
generadores de energía, en especial del sector térmico, fundamental para el
respaldo del sistema eléctrico nacional en momentos de baja hidrología”.
Por
su parte, en un pronunciamiento conjunto por parte del Procurador General de la
Nación Gregorio Eljah y el Contralor General de la República Carlos Hernán
Rodríguez alertaron al Gobierno sobre el riesgo de un apagón financiero
de las empresas comercializadoras de energía por cuenta de la deuda de la
opción tarifaria, la deuda oficial por prestación del servicio y la morosidad
por parte de la Nación en el reintegro del valor de los subsidios del consumo
de energía de los estratos 1, 2 y 3, que sumados bordean los $10 billones. Y lo
más grave es que el apagón financiero puede derivar en un efecto dominó que
puede comprometer la prestación del servicio de energía.
El
Contralor Rodríguez fue enfático y reiterativo al plantear al Gobierno Nacional
“la necesidad de tomar las acciones necesarias
para prevenir un posible racionamiento de energía” al tiempo que “la
estabilidad del sistema eléctrico es un asunto prioritario para la nación”.
Tanto la Procuraduría como la Contraloría coinciden en que la delicada
situación financiera que afronta la empresa Air-e y que llevó a su intervención
no es un caso aislado, es sólo la punta del iceberg, pues las demás empresas
comercializadoras afrontan una situación similar.
Y,
como lo afirma el Procurador Eljah, “se interviene
cuando no está funcionando algo para salvarla, para sacarla adelante, y eso es
lo que buscamos entre todos”. La intervención de Air-e supera ya los dos
años y no ha revertido la situación crítica. La falta de recursos y la continuidad
de problemas financieros ponen en duda la efectividad de la medida”. Y va más lejos al advertir que “la
intervención es una decisión extrema, no puede ser la regla general y tiene un
objetivo, además de unas causales, y el objetivo es la recuperación cuanto
antes de la capacidad de funcionamiento de la empresa o entidad intervenida. No puede suceder que las
intervenciones lleven a la liquidación de las empresas porque ese es el mayor
contrasentido y esa es la
mayor contradicción con lo que ordena la Constitución”, destacaron de las
palabras de Eljach en el periódico regional El
Heraldo.
Hasta el propio
Ministro de Minas y Energía Edwin Palma puso el grito en el cielo y en una
Carta abierta dirigida al Superintendente de Servicios Públicos le manifestó
que “urge, por lo tanto, no solo la inyección de capital que permita
cumplir con los compromisos adquiridos con las generadoras y demás actores del
sistema, sino que la Superintendencia defina, a la mayor brevedad, una
solución de fondo que garantice la prestación eficiente y continua del servicio
de energía eléctrica”, señaló además que
“el Estado no puede permitir que se consume un riesgo sistémico”. Más claro la luz!
Mientras
tanto, por fin, la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios rompió
su largo silencio ante tales requerimientos y a través de un comunicado que
hizo público el pasado 28 de julio se dice que le “ha solicitado a la empresa
comercializadora Air-e”, por ella intervenida, “el desarrollo de
procedimientos internos transparentes para la contratación y el funcionamiento
empresarial”.
Ello
en respuesta a los cuestionamientos que han trascendido a través de los medios y
de los cuales ha sido objeto la administración de la empresa a cargo del agente
interventor Nelson Javier Vásquez torres.
También
se afirma que Air-e “se compromete a desarrollar, en el corto plazo acciones
concretas, que incluyen la optimización del proceso de compra de energía
para 2026, la implementación de un robusto plan de mantenimiento, refuerzo y
expansión de las redes y la ejecución del plan de inversión de obras a nivel
del sistema de transmisión regional para garantizar la prestación del servicio
de manera confiable”.
No
obstante, el agente interventor de Air-e no puede cumplir este compromiso si la
superintendencia no se compromete y cumple con su obligación de solventarla,
darle liquidez y caja. Hasta ahora el saliente superintendente Yanod Márquez se
ha limitado a decir que el fondo empresarial que administra, que es el llamado
a hacerlo está desfinanciado, no tiene un solo peso.
Según
el ex superintendente Márquez, “en relación con la intervención de Air-e,
se informa que el Fondo empresarial destinado a estas acciones contaba,
a marzo de 2025, con $416.500 millones, pero que actualmente solo dispone de
$167.000 millones, mientras enfrenta deudas por $234.000 millones asociadas a
ocho empresas intervenidas y pasivos por $2,2 billones correspondientes a tres
empresas en liquidación, incluida Electricaribe”. Así de claro!
Y
mientras tanto Air-e sigue sin con qué pagarles a sus proveedores y es la
única empresa comercializadora que a estas alturas no ha contratado todavía la
compra de energía para el 2026, poniendo en riesgo “la prestación del
servicio de manera confiable” a sus 1.3 millones de usuarios regulados y 692 no
regulados de los departamentos de atlántico, magdalena y la guajira!
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