Por MÓNICA VÉLEZ BUSTAMANTE
La expresión espanta jopo es
de mis favoritas, muy a pesar de ser un barranquillerismo (expresión típica de
Barranquilla y originaria de allá) todos los que me conocen saben de lo territorialista
que suelo ser, pero esta expresión no solo resalta la esencia de los nativos de
esta ciudad, además no tiene definición en la RAE, pero se interpreta como ese
sujeto petulante, aguajero, charlatán, ostentador, mentiroso, etc.
Esta especie tiene varias
clases y hoy enumeraremos algunos: El espantajopo social: Generalmente proviene
de un sector popular o como muchos de la ya casi extinta clase media, es muy
hábil socialmente y logra interactuar de manera casi inadvertida con la clase
alta, la sociedad a la cual sueña pertenecer pero nunca lograra entrar como
miembro, es que no es solo vivir en el estrato, se requieren otras cosas (si ya
sé que el comentario es clasista) hay unos que se camuflan de tal manera que se
mudan a barrios de mayor estrato y endeudados hasta la medula, reportados hasta
en el cartón de la tienda del cachaco de la esquina del barrio donde crecieron.
Este tipo de personas se
caracterizan por estar siempre en los sitios de moda, así no les gusten, son
cacheteros por excelencia y con una suerte única, el espantajopo desarrolla
muchas habilidades, tales como el cachete, la agilidad mental para mentir y que
además le crean, convence a cualquiera para lo que sea su propósito y muchas
veces lo logra, siempre andan en carro, su ropa debe ser de marca cara
original, claro está la sacan a 5.823 cuotas, solo toman whisky de mínimo 18
años sin poner un peso para la botella, tienen gran capacidad de adulación (son
sapos) con quienes consideran superiores, (esto por la gran cantidad de
complejos que tienen)es decir los que si pertenecen al espacio que tanto
anhelan y ridiculizan a sus pares económicos y sociales.
Tenemos también el espantajopo
que tiene los medios pero quiere que todos se enteren, ese es el sueño del
primero, lo envidia profundamente y lo hace blanco de burlas y chistes de mal
gusto, este viene generalmente de abajo, logró hacer su capital con trabajo y
esfuerzo, pero necesita reconocimiento, presume todo lo que tiene, porque para
eso lo tiene, para ser visto y admirado e incluso envidiado por otros
espantajopos, esto a causa de su baja autoestima, les gusta no solo presumir de
sus pertenencias sino de su falsa generosidad.
El espantajopo político, esta
clase es muy peligrosa en verdad, es la única especie con efectos nocivos a la
salud, educación, desarrollo, infraestructura, crecimiento, etc. Es tan
peligrosa que atenta contra los demás tipos de espanta jopo y es más agresivo
entre los de su misma clase; hay muchos para mostrar, por ejemplo, el exalcalde
William Dau un espanta jopo que gritó a todo pulmón que acabaría con los
corruptos en Cartagena de Indias y resulto peor que sus predecesores, debería
existir un movimiento que se llame Salvemos a Cartagena de los Espantajopo,
tenemos al concejal que ostenta la curul de oposición, JAVIER JULIO BEJARANO. Líder
emergente, que logró popularidad con temas como TRANSCARIBE y la lucha contra
los peajes, luchas que no inicio el y que tampoco los logros que se pudieron
ver en su momento fueron gracias a su activismo, pero si logro conseguir
réditos políticos que lo llevaron en 2019 y gracias a la ayudad de WILLIAM DAU
lograr una curul en Cartagena con una votación pírrica que no obstante le
alcanzo para elegirse, en ese periodo tuvo episodios interesantes, como cuando
quiso imponerse como presidente de la mesa directiva del cabildo contando solo
con su voto (hubo berrinche por esto ) o cuando postuló y votó por consuegra
para el cargo de contralor distrital aun estando inhabilitado para el cargo. ¿Qué
pasaría con ese proceso? Averígüelo
VARGAS! La agresión verbal a la entonces presidenta del concejo entre oras
perlas.
También tuvimos a un candidato
a la alcaldía, que no solo ofrecía agua gratis, también colgó en su pared un
diploma de un doctorado en la Universidad de Hawái que no estaba certificada ni
en la misma isla; pero ninguno de estos se compara con el man de la gorrita,
campeón mundial de los espantajopo, astuto y hábil como él solo, imagínate que
anunció su candidatura justo el día que la selección Colombia jugaba en
Barranquilla como si todo el país tuviera el mismo nivel de espantajopismo de
él y sus coterráneos.
En Cartagena vivimos los
estragos de lo que hizo su virrey, Dionisio Vélez, quien le entregó la secretaria
de hacienda para que desde ahí su esbirro Carlos Granadillo y la salud en manos
de Martha Rodríguez, quien acabó con la salud del Distrito y hoy todavía
pagamos las consecuencias de tan nefasto hecho.
Ser espantajopo es un estilo
de vida que pulula en nuestra sociedad, nocivo para las relaciones
interpersonales, si usted ve un espantajopo salga corriendo, si usted luego de
leer estas líneas se siente identificado, bien puede hacerse un auto análisis,
buscar ayuda psicológica o emocional que le ayuden a superar tan penosa
condición.
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